Cruzada solidaria que nació en las redes llega a escuelas de Misiones

 

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“Misioneros juntos por una sonrisa” es una iniciativa que nació y se instaló en Facebook. Como bien reza el eslogan, se trata de un grupo fundado por ciudadanos nacidos en la tierra colorada que, por motivos laborales, dejaron la región y se instalaron tanto en Buenos Aires como en otras provincias.

Desde allí, y en reuniones que hacen en plazas y parques de diversas ciudades, recolectan juguetes que son destinados a los niños de escuelas rurales de Misiones. La propuesta consiste en juntar juguetes, alimentos y ropas, que luego son enviadas a diferentes comunidades. En esta ocasión, la cruzada solidaria será por el aula satélite del paraje La Uva, que depende de la Escuela 442 de Colonia Acaraguá, en la localidad de 25 de Mayo.

Alan Krause, integrante de la organización, dialogó con El Territorio para explicar en qué consiste la actividad: “Somos e integramos un grupo de misioneros que nos juntamos y trabajamos a pulmón para recolectar juguetes para nuestros chicos. Funcionamos vía Facebook y WhatsApp y desde allí coordinamos para hacer entrega de lo que se juntó para enviar a los pequeños”.

Luego de la colecta que, generalmente, tiene lugar en Buenos Aires, se destina para la provincia y, en conjunto y por las redes, se destina a alguna escuela, comedor o comunidad del interior. “Este año, se juntó pan dulce y juguetes para darle a los chicos de un aula satélite que depende de la Escuela 442 de Colonia Acaraguá. Son 26 alumnos que recibirán lo que centenares de personas dieron de buena voluntad”, comentó Krause. El aula satélite se ubica a unos seis kilómetros de la colonia y su acceso es dificultoso, dado que no hay caminos en buen estado para llegar a la zona.

Por otra parte, Miguel Ángel López, docente del aula satélite, indicó: “Las donaciones las recibiremos entre hoy y mañana por la tarde. Siempre este tipo de colaboraciones son bien recibidas y las hacen desde la buena voluntad y caridad de las personas”.

López es el único personal docente a cargo de la escuela y se encarga de la educación de los 26 niños que asisten allí. Además, comentó que fue Alan Krause quien se acercó a la escuela para ver qué elementos se necesitaban. “Un día vino y nos preguntó qué hacía falta. Él (por Krause) es el hijo del fundador del paraje La Uva y siempre colabora con nosotros, mediante la ayuda de un grupo de misioneros de todo el mundo que envía diferentes cosas”, indicó.

La iniciativa «Misioneros juntos por una sonrisa» tiene una responsable: Mar María Hoppen, que es la fundadora de esta actividad. Nacida en San Pedro y residente en Buenos Aires desde hace 17 años, vivió parte de su infancia en diferentes puntos de Misiones, por lo que conoció las realidades de muchos chicos y adolescentes.

En comunicación con este matutino, expresó que fundó el grupo el 8 de mayo del 2015 “con la intención de colaborar con gente de mi provincia”.

El trabajo es en conjunto con otros misioneros que residen en Buenos Aires, que se reúnen una vez al mes en parque Sarmiento (ciudad de Buenos Aires) para juntar y recibir productos. “Nosotros hacemos productos autóctonos de la provincia y los vendemos para recaudar dinero, para costear el envío de toda la colaboración de la gente para Misiones”, precisó.

Acerca del motivo de por qué creó esta propuesta solidaria, comentó que “era una necesidad que tengo desde niña. Vi muchas necesidades y las carencias que pasan muchos niños y jóvenes de Misiones. Me impactó ver a un nene descalzo y eso me movilizó a empezar con este proyecto, en el que ayudan más de 500 personas y participan más de 17 mil usuarios en el grupo de Facebook”.

Además, agregó que personas de distintas partes del mundo se muestran con intenciones de colaborar. “Recibimos llamados de gente de Arabia, Brasil, México y Miami que se mostraron con ganas de ayudarnos, enviando dinero, principalmente. No tenemos una cuenta en un banco, por lo que queda en meras intenciones. Nuestro trabajo es a puro pulmón. Todas las donaciones las dejamos en mi casa, o la de otras de las grandes colaboradoras de esta idea, que es Mirna Escobar, también misionera”.