Emprender como innovación personal

Hace unos días atrás se cumplió un año de aquel día en el que me llamaron para el casting de Master Chef. Un momento tan importante en mi vida como así también inesperado. Miré una vez más el video sin editar que adjunté a la inscripción. Me emocioné. Y reflexioné sobre cómo llegué a esa etapa que fue solo la punta del iceberg en la valiente decisión de inscribirme en un reality Show.

Creo firmemente que todos tenemos un “propósito” en esta vida, el motor que nos lleva a seguir adelante a pesar de las dificultades que se nos puedan presentar. Es nuestra guía en las decisiones que tomamos a diario.

Por esas cosas de la vida muchas veces nos perdemos en el camino y no podemos encontrar nuestro Norte. O tal vez no lo tenemos tan claro cuál es el propósito que nos mueve en esta vida. Y ¿Cómo lo encontramos? El propósito está ligado sin duda alguna a los talentos que tenemos. Innatos, los traemos desde la panza. Es esa actividad que podemos estar sumidos por horas, sin cansarnos. Que cuando nos preguntan por ella podemos hablar con entusiasmo. En nuestros ojos se puede ver la pasión que ponemos en aquello que estamos haciendo. Ya sea escribir, cantar, dibujar, cocer, tejer, cocinar, confeccionar prendas, lo que te imagines.

Hay que redescubrirse cada día, reconociendo capacidades y conquistando nuevos horizontes. En lo personal esto me pasó con la cocina; comenzó como un juego a mis 9 años, con el paso del tiempo se volvió un Hobby y hoy ocupa el primer lugar en mi vida.

En administración, el término “emprender” es entendido por grandes economistas de formas diversas. Como Peter Drucker que afirma que “un emprendedor busca el cambio, responde a él y explota sus oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un emprendedor, por ende un emprendedor efectivo convierte una fuente en un recurso”.

Me gustó esto de que la innovación sea una herramienta importante. Elemento que podemos llevar al plano de lo personal; entendido como ese motor que nos mueve a salir fuera de nuestra zona de confort. Que nos impulsa a tomar decisiones inteligentes, aprender de nuestros errores y capitalizar nuestras habilidades y conocimientos.

Pero ¿Cómo podemos lograr ese cambio? Un entendido en el tema José Cabrera (http://blog.cabreramc.com/quien-es-jose-cabrera/) nos da algunas pautas a seguir para comenzar a construir nuestro futuro a partir de nuestro propósito:

1 – Prueba cosas nuevas partiendo de lo que tienes. Tu futuro está por hacer. Para crearlo debes abandonar cualquier victimismo, eso de que “la culpa es de los demás”, para convertirte en protagonista de tu vida. Lanza pequeños “botes salvavidas” partiendo de lo que funciona en tu vida y deja de abrumarte por lo que no funciona. Céntrate en tus activos, tus aspiraciones y en tu realidad más próxima. ¿Cuáles son tus pasiones?¿Cuáles son tus habilidades y competencias?¿Qué sabes y te gusta hacer? ¿A quién conoces en términos de relaciones y redes sociales?¿Qué te hace diferente, que sea único y difícil de conseguir?¿Quién necesita lo que puedes ofrecer?

2- Asume riesgos inteligentes, arriesga lo que puedes asumir. Los riesgos suelen ser el mayor impedimento que tenemos para ponernos en acción. A todos nos cuesta tomar decisiones donde el riesgo supera un cierto umbral de disconfort. Pero créeme, en la situación actual el mayor riesgo es no hacer nada. Asume el riesgo que sea asequible para ti, no lo conviertas en una cuestión de todo o nada. Como emprendedor construyes tu futuro, tomando los riesgos inteligentes y moviendo tus recursos del pasado al futuro. Emprender es perseguir la oportunidad más allá de los recursos disponibles y controlables en la actualidad y debes estar dispuesto a asumir riesgos, porque de otra manera es imposible avanzar en tu idea.

3 – Construye alianzas reales y duraderas. Busca la inteligencia colectiva. Para hacer tu idea realidad, rodéate de gente de confianza, amigos y colaboradores dispuestos a comprometerse con tu iniciativa. La consolidación de estos compromisos reduce la incertidumbre en las primeras etapas de tu nuevo proyecto.

4- Considera las contingencias como en una oportunidad para aprender. Esta es la habilidad más distintiva de los emprendedores: al no perseguir un objetivo cerrado, las sorpresas no las ven como errores sino que las transforman en oportunidades de aprendizaje. Comienza tu camino dispuesto a aprender de las contingencias y los errores que puedas cometer.

5- Céntrate en hacer algo con los medios bajo tu control. Recuerda que tu futuro no es algo que puedas encontrar o predecir, es algo que tienes que crear, por lo que debes ponerte en acción con la confianza de que tus acciones se traducirán en resultados. Innova haciendo, trata de poner el énfasis en explorar, experimentar y crear algo nuevo con los medios a tu alcance, en vez de hacer grandes planes para alcanzar objetivos fuera de tu alcance.” (http://blog.cabreramc.com/2013/02/07/innovacion-personal-el-espiritu-emprendedor-como-forma-de-vida/)

Sin dudas estos 5 puntos son una guía simple para que te animes a innovar en tu vida personal y te aseguro que cuando des el primer paso, comenzarás una gran aventura en la cual Vos sos el protagonista.

Y volviendo a lo que les contaba al principio. De mi reflexión sobre cómo llegué a inscribirme en Master chef. Hace unos años comencé a transitar en forma lenta un cambio importante en mi vida. Desprenderme de los preceptos sociales del “debes ser y debes tener” de la sociedad y comenzar a realizar lo que me apasionaba y hace feliz: Cocinar.

Me dedique a perfeccionarme en repostería. Le puse nombre a mi emprendimiento: La Casa de la Oma. Y con el tiempo y mucha voluntad el negocio comenzó a funcionar.

El 2014 fue un año donde mis esfuerzos dieron sus frutos. Picasso dijo alguna vez que cuando llegue la inspiración más vale que te encuentre trabajando. Yo usaré sus palabras para decirles que cuando les llegue la OPORTUNIDAD más vale que los encuentre trabajando. Hay que ponerle ganas y pasión a todo lo que se hace. Mejorar cada día, tener la mente abierta para aprender, AVANZAR.

Es así que fines de noviembre del año pasado estaba a full trabajando, planificando comprar una batidora profesional. Todo un logro. Pero a mi emprendimiento le faltaba algo…yo quería lograr algo más en lo personal.

Acá es donde apliqué el segundo punto del que habla José Cabrera, “asumí un riesgo inteligente”. Y les podría decir que cambié “batidora” por LA EXPERIENCIA ÚNICA de participar en Master Chef.
Parece simple, pero me costó tomar esa decisión. Porque significaba salirme de mi zona de confort. Significó dejar atrás las mil excusas que se les pueda ocurrir. Para que me entiendan yo no era de esas personas que toman decisiones apresuradas y arriesgadas.

Sin dudas tengo personas que me apoyan en la medida de sus posibilidades. Es el punto 3, muy importante para poder avanzar en cualquier cosa que te propongas.
Tuve dificultades para hacer el video que pedían en la inscripción. Sumado a que estaba trabajando a full por esos días. Pero seguía en mi cabeza esa OPORTUNIDAD que no estaba aprovechando. Así que acomodé un poco mi cocina; mi hermana me filmó con su celular y dije textualmente: “…que sea lo que Dios quiera”. Le puse toda la actitud y al mejor estilo Maru Botana preparé mis cupcakes.
En cuanto al punto 4. Sin dudas contingencias, imprevistos estaban a la orden del día en este mi paso por Master Chef. Aprendí mucho, pero mucho en lo que respecta a la cocina. También crecí en lo personal.

Patricia_3

Patricia_2

Hoy estoy enfocada en como continuar creciendo en mi pasión que es la cocina, especialmente la repostería. Le di nombre nuevo a mi emprendimiento: Patricia By El Arte dulce de soñar.
En la vida siempre habrá nuevos caminos, nuevos desafíos… QUE NOS ENCUENTREN TRABAJANDO APASIONADAMENTE CON PROPÓSITO.

Patricia_1

Acá les dejo este tema del grupo 9Menos Cuarto “Sueño desde el hoy”. Un grupo que hace música con contenido, los invito a escuchar y reflexionar. Y a soñar desde el hoy!

Patricia Zacarías – Master Chef