Joven mbya quiere volver a la facultad y cumplir su sueño de ser abogada

 

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En 2008, Carina Villalba fue la primera integrante de la comunicad Perutí en terminar la secundaria. Siguió abogacía pero debió abandonar en tercer año por complicaciones económicas.

Con mucho esfuerzo, tras recibirse en la escuela, Carina Villalba logró inscribirse en la Universidad Católica de Santa Fe, pero sólo llegó hasta tercer año ya que debió abandonar por razones económicas. Ahora, a los 27 años y siendo mamá de tres nenas, quiere volver para cumplir su sueño de recibirse, pero necesita ayuda.

En la actualidad es docente auxiliar en la escuela de su comunidad, pero su firme intención es retomar su carrera durante 2017, aunque sea como libre. Para ello, cuenta con el apoyo de sus padres, hermanos y su marido, quienes la alientan con seguir adelante en su sueño de algún día ser abogada. Un sueño al que no está dispuesta a renunciar.

Tal es así que días atrás fue una de las 16 postulantes que se presentaron para ocupar el cargo de Juez de Paz No Letrado de la localidad de El Alcázar. “No sé si se me tuvo en cuenta o no, pero yo quería que el intendente sepa que acá en la comunidad somos personas que pensamos, vemos y entendemos lo que está pasando”, contó la mujer a Primera Edición. Esto demuestra la determinación de la mujer.

“Pensé en una carrera que pueda ayudarme porque mi familia fue víctima de manipulación institucional. Desde ese momento tuve el deseo de estudiar y tener conocimiento acerca de lo que es el derecho, porque sufrimos una injusticia y esas cosas siguen pasando hoy en día con otras familias de la comunidad guaraní en toda la provincia. Por eso pensé en formarme para poder ayudar a mi gente”, aseguró en diálogo con este Diario.

Agregó que “es por el amor que le tengo a mi familia, a la comunidad y a la tierra que con tanto esfuerzo se consiguió. Esto es lo que me lleva a querer ser una profesional. Porque desde afuera todo el tiempo nos quieren imponer, pero es porque no sabemos defendernos, eso no está bien, por eso quiero estudiar”.

Entre sabores agridulces recordó lo que fueron sus años de facultad en Posadas, porque “había mucha gente muy buena conmigo, mis profesores, los directivos de la Universidad Católica, mis compañeros que hacían colectas para ayudarme. Además mis padres que juntaban una ’platita’ todos los meses y creo que entendía las materias y me fue bastante bien. Pero todo ese esfuerzo no alcanzó, fue un gran sacrificio pero no alcanzó”, expresó.

Derecho Civil fue su materia preferida y hasta ahora recuerda a Economía, la materia que no aprobó. De igual manera, reconoció que mucha gente la ayudó y armada de esperanza se prepara para retomar su trayectoria universitaria.

Voz de experiencia

Hay muchos jóvenes en la comunidad que quieren estudiar y me gustaría incentivarlos a que se animen, que sí se puede. Si uno echa la barrera de la discriminación todo se hace más fácil. Algunos tienen miedo a relacionarse e integrarse y eso los limita, pero no tienen que tener miedo de nada, ni de hablar ni de nada. No hay que dejarse vencer porque los obstáculos te pueden servir para mejorar”, opinó.

Para finalizar, habló de su padre como uno de sus motores, porque “me ayudó mucho y tenía muchas esperanzas. Me compró libros que nunca llegué a usar porque no pude seguir”.

El hombre, Mártires Villalba, aseguró que “me sentiría muy orgulloso si ella llega a terminar su estudio, pero cuesta mucho porque es muy caro. Si yo pudiera ayudaría a mi hija, pero no puedo más que darle ánimo y alentarla a que ella no baje los brazos, pero falta la otra parte, la económica”.

Carina quiere estudiar por ella, por su familia, por su comunidad. Pero para hacerlo, necesita ayuda económica y tiene esperanzas de que las puertas se van a abrir el año que viene.

Quien quisiera colaborar con ella, puede comunicarse al siguiente correo electrónico: [email protected].