¿Por dónde va la mirada de las ONGs que generan impacto?

 

Miradas_ONG_E

En un panorama cambiante las ONGs no podemos quedarnos atrás y sin embargo, a veces sentimos como si la velocidad de los cambios y los nuevos actores nos hubiese dejado en estado de shock. Nos está costando reaccionar, sobre todo a la ONG tradicional que nació sin poner el foco en ciertas claves que hoy las nuevas organizaciones llevan en su ADN.

Una vez más, comencemos por ser conscientes de dónde estamos y dónde querríamos estar para poder definir los pasos adecuados y echar a andar si no lo hemos hecho aún. Un ecosistema de impacto social con cada vez más actores puede llegar a marear, pero estamos seguros de que si tenemos claros ciertos comportamientos, podemos comenzar a girar poco a poco el timón hacia tierra de oportunidades.

¿Cuáles son entonces las características que organizaciones con trayectoria o recién nacidas pero que están generando impacto, tienen en común?. Aquí van:

Incidencia en políticas públicas: en algunos casos, llegado cierto punto, los cambios solo pueden multiplicarse si pueden provocarse a nivel legislativo. Es por ello que organizaciones pequeñas o grandes, especialmente trabajando unidas, tiene un papel que desarrollar si ponen parte de su esfuerzo en esta incidencia para multiplicar resultados.

Co-creación con el beneficiario: es muy fácil suponer lo que se necesita y en caso de suposición, también es muy fácil equivocarnos, ser incapaces de ver aquello que no vivimos. Es por ello que lo del ‘para la gente y con la gente’ es tan importante. El beneficiario no es un sujeto pasivo que recibe, de hecho el impacto es mucho mayor cuando le dejamos participar, aportar sus propias respuestas y colaborar para hacer posibles las soluciones.

Empoderamiento ciudadano/ciudadanía activa: vemos cómo en muchas maneras los ciudadanos se están movilizando más, y de forma más rápida y eficiente que los propios gobiernos. Este potencial está muy conectado con organizaciones mayormente de base. Creemos que el poder identificar, potenciar, movilizar a ciudadanos que quieren involucrarse con el propio desarrollo de sus comunidades, tiene un potencial enorme.

Trabajo en red y multisector: si ya nos costaba trabajar en red con otras organizaciones, abróchense el cinturón porque aumenta la velocidad de los cambios. Ya no sirve saber qué otras organizaciones trabajan en temáticas similares a la mía, sino quién lo hace y cómo desde el sector público, cómo puede contribuir el sector privado, qué aportan nuevos actores como los emprendedores sociales… Entre todos es más fácil no reinventar la rueda y sumar valor conjunto.

Medición de impacto: más y más una condición fundamental. Especialmente cuando más y más encogen las ayudas públicas e internacionales y entra el capital privado en juego. Queramos o no, los resultados no son los que son, son los que podemos mostrar que son, porque hemos hecho los deberes y podemos poner números sobre la mesa.

Foco en la misión, no solo los números: al mismo tiempo, importante tener muy clara la misión. Precisamente por lo mencionado en el punto anterior, las ayudas encogen y a menudo se ven cambios de estrategia y programas para adaptarlos a lo que se ‘premia’ con ayudas, alejándonos sin darnos cuentas, de la misión en origen que nos hizo nacer y echar a andar.

Comunican: lo que quiera que estemos tratando de conseguir (captar fondos, atraer voluntarios, difundir nuestro evento…), generará mejores resultados si somos capaces de generar percepciones que desencadenen reacciones. Esto lo hacemos a través de la forma en la que nos abrimos al mundo y comunicamos nuestra misión, es por eso que es tan importante no solo comunicar, sino comunicar bien.

Se nutren de sus errores: no los esconden, los aceptan, los trabajan y aprenden de ellos. Porque solo reconociendo lo que no funcionó en lugar de ignorarlo, podemos hacer algo al respecto. Igual haciendo público estos errores, ayudamos a otros a no cometer los mismos.

Buscan la sostenibilidad más allá de las ayudas: el principal caballo de batalla de las organizaciones sociales. Cuanto más podamos diversificar las fuentes de ingresos, más capacidad de sostenernos sin el riesgo de perderlo todo si la financiación se acaba. No siempre es fácil, pero las organizaciones tienen que identificar qué es aquello que ellas pueden ofrecer o generar por si mismas, para comenzar a ser menos dependientes y más autosuficiente.

Nosotros mismos como organización, somos conscientes de que todo esto puede sonar agobiante, especialmente si somos pequeños y tenemos pocos recursos. Sin embargo tener ciertas cosas claras, nos ayudará a irnos cuestionando procesos internos y decidiendo dónde poner nuestra energía y recursos. Algunos de los puntos anteriores sin duda requieren recursos, otros son parte de un cambio de mentalidad, ¿qué te parece?

Fuente: Idealistas.org