Gino, el pequeño que va a la escuela con una mochila de oxígeno

 

gino_e

A la salida de la Escuela 319 de la localidad de Salto Encantado, la ruidosa mañana infantil tiene condimentos propios. Afuera, decenas de madres, abuelas y acompañantes terminan la paciente espera al reencontrarse con sus chicos para el retorno a casa. En ese inmenso grupo de alumnos, hay uno que resalta por sus ganas de estudiar, seguir adelante y hacerle frente a la vida. Él es Gino Binelli (8), que cursa el primer grado.

El pequeño lleva en su espalda una mochila, pero es diferente a la de sus compañeros porque ésta tiene el suministro de oxígeno y ocho metros de tubo liviano que necesita para vivir, debido a la displasia pulmonar grave que padece.

Gino asiste a este establecimiento hace tres años. Su recorrido en la escuela comenzó en el preescolar y, a pesar de que su edad indica que debe cursar el tercer grado, el retraso madurativo lo condiciona, por lo que su nivel de aprendizaje es el de un nene de 6 años.

Todos los días, cuando suena el timbre de salida, Gino se ubica junto a su maestra, a lado del portón de la escuela, para saludar a sus compañeritos que se encaminan hacia sus casas. En sus años de cursado, el pequeño tomó como costumbre despedir con las manos en alto a los niños que se suben a las combis, autos y a las demás madres que se alejan paso a paso junto a sus hijos.

Recién cuando se retira el último chico del establecimiento, la abuela de Gino va al encuentro con su nieto, agarra la mochila de oxígeno y toma entre sus manos al niño. Y, al igual que sus compañeros, ellos siguen su camino.

“Cuando vino, ni siquiera podía caminar, su evolución es admirable, los que lo vimos en ese entonces concluimos que es un milagro de Dios su estado actual”, detalló la maestra de grado.

Más allá de las dificultades con los que se encuentra a diario, Gino aprendió a integrarse de forma plena al universo escolar. Resuelve las operaciones, practica educación física y está integrado a todas las materias. Su bondad generó que sus compañeros de clase tengan un cuidado sobreprotector con él, como así también los otros once chicos discapacitados que cursan en el aula especial.

Además de la displasia pulmonar, Gino recibe un tratamiento médico de elevado costo y debe realizar viajes de forma periódicas para recibir atención en el Hospital Garrahan de Buenos Aires.

Aunque las dificultades a las que se enfrenta Gino son grandes, no se rinde y día a día trata de superarse. Quienes lo conocen aseguraron que las evoluciones del niño fueron formidables y hoy ya logra comunicarse, participa de las actividades escolares y juega. Los padres son docentes y están agradecidos por la labor que realizan a diario la Escuela 319. Por su parte, su abuela es otra heroína silenciosa que actúa de ángel de la guarda de su nieto.

Más personal especializado

En la Escuela 319 prima el amor, el compromiso y el profesionalismo por parte de los docentes que, de alguna u otra manera, brindan sus conocimientos y todo el cariño que puede ser destinado a sus alumnos.

En referencia, la directora del establecimiento Marta Drebes manifestó: “Tenemos pedidos de los docentes especiales, pero no nos mandan y el trabajo con niños integrados requiere de profesionales específicos, por eso necesitamos de un equipo docente especial también” y prosiguió: “El objetivo es que desarrollen propuestas pedagógicas específicas para que todos puedan aprender y evolucionar juntos”.

En este sentido, la educadora sostuvo que “es imprescindible contar con un equipo docente apropiado para que cada alumno pueda completar su trayectoria”.

En el caso de Gino, el pequeño cuenta con una profesora de Educación Especial que se ocupa del niño, pero el personal no está asumido por el Consejo General de Educación sino por el Instituto de Previsión Social Misiones (IPS). Esta situación genera una relación distinta con el resto del personal, porque la profesional cobra sus haberes con retraso y debe presentar factura de monotributista, y al no cobrar regularmente enfrenta situaciones incómodas ante Rentas. “Estamos esperando la creación del cargo”, señaló la directora.

La maestra especial junto a la directora, además brindan el servicio educativo a otros doce chicos que tienen algún tipo de discapacidad.