Llegó la ayuda solidaria para el aula satélite de Colonia Paraiso

La solidaridad se hizo presente con la comunidad del aula satélite de la Escuela 599 de San Pedro. Tras hacerse públicas las necesidades, comenzó a aparecer la ayuda para ellos.

Marcela Kehl, quien vive a solo 50 metros del lugar y cedió el terreno para la construcción del aula, se mostró muy contenta con la ayuda. “Recibimos la ayuda de gente de Posadas, de personas que viven en el pueblo y también de un colegio de Bernardo de Irigoyen. Se acercaron y trajeron algunas cosas para los chicos. La mayoría de la gente que vino a ayudar fue por la publicación de la nota en el diario”, indicó la vecina.

Contó además que las jornadas de clases cambiaron mucho después de las donaciones. “Ahora tienen leche en abundancia para el desayuno y la merienda y toman chocolate todos los días”, destacó y además recordó que el aula satélite existe desde principios de año. Primero juntaron firmas y después llevaron el pedido al Consejo de Educación. “La nota entró el 1 de diciembre de 2016 y en marzo de este año ya empezaron las clases”, dijo Marcela.

Más allá de la alegría por esta ayuda que recibió el aula satélite, comentó que los problemas persisten porque el camino para llegar a la picada sigue igual. La Municipalidad comenzó a arreglarlo pero quedó a medio terminar. “Gracias a Dios hace más de un mes que no llueve”, destacó Marcela.

Señaló además que ahora bregan para conseguir el agua y la luz eléctrica para el aula. “Mi marido y yo somos los que traemos agua de una vertiente que está más o menos a 1.500 metros. La traemos a mi casa y después la llevamos a la escuela”, relató.

Ayudar y aprender valores
Alumnos del quinto año de la Normal 12 de Bernardo de Irigoyen también colaboraron acercándoles una cocina, útiles escolares y alimentos. Laura Rojo, profesora a cargo de la materia “Proyecto de intervención sociocomunitaria”, al leer la nota vio la oportunidad de que sus alumnos pongan en práctica lo que ella les enseña.

Ubicaron el sitio donde está el aula satélite y se embarcaron en una campaña en el pueblo para pedir donaciones a comerciantes y gente solidaria. Reunieron los insumos y en cuatro móviles viajaron 60 kilómetros para llegar al lugar. Los alumnos hicieron entrega de los implementos y compartieron momentos de aprendizaje mutuo con los chicos. Jugaron a la pelota y los más pequeños les preguntaron como era ir a la secundaria.

“Mis alumnos se emocionaron y quedaron impactados. Entendieron que en la zona que vivimos hay otras realidades, de personas con menores recursos que ellos inclusive”, explicó la docente. “Esta experiencia les permitió consolidarse aún más como grupo, y sorprenderse, porque aunque podía ser poco lo que juntaron, era muchísimo para ese lugar”, consideró.